Vendedores de pescado esperan un aumento en sus ventas esta cuaresma.

Vendedores de pescado esperan un aumento del 60 por ciento en sus ventas en esta temporada de Cuaresma, donde principalmente los viernes son los días que más se venden, señaló el propietario de la pescadería La Sirena, del mercado Lucas de Gálvez, Carlos Sosa.

Dijo que extrañan cuando hace años los viernes vendían 100 kilogramos de pescado frito y el Viernes Santo hasta 200 kilogramos, ahora solo para el Viernes Santo alcanzan a vender 100 kilogramos.

Indicó que la reducción de venta de pescado frito es principalmente porque algunas personas se han cambiado de religión, las abuelitas son las que inculcaron esto; también la pandemia hizo que la gente ponga pescaderías en las colonias y fraccionamientos, donde se tiene la costumbre de que lo pesan crudo y cuando se fríe reduce, el kilogramo baja a 700 gramos.

Dijo que otro factor que influyó, fue el cambio de los paraderos de camiones que hizo que mucha gente ya no venga a los mercados, ahora alguien de Cordemex se mueve en el Periférico, ya no baja al centro y de antes al hacerlo cuando pasaba desayunaban o compraban su almuerzo que comían en sus trabajos.

También comentó que por la crisis económica, las familias comen menos pescados y mariscos, a diferencia de antes que, además, es muy nutritivo con vitamina A, dijo que igual un buen número de personas lo han quitado de su dieta.

Explicó que el kilogramo de pescado de jurel cuesta 180 pesos, el kilogramo de postas ($200) igual que el kilogramo de pecho. “También vendemos mero, pero este es facturado, es de congeladora, es guardado, ya que esta especie por ahora está en veda, Igual hay pulpo, pero es congelado”, señaló.

Señaló que los precios en el mercado, a diferencia del resto de los productos que no han dejado de subir, ellos suelen mantenerlos hasta tres años, porque optan por ganar menos que estar ganando lo mismo y subiendo los precios.

Ellos basan su venta a la gente que pasa y no en crear clientes, indicó que lo que sucede es que no se promueven los mercados. “De antes mucha gente venía a comprar, a las 10 de la mañana, decenas de personas en los pasillos, ve ahora, son contadas las personas”, concluyó.